Venda controlada
El rendimiento deportivo es el resultado de cuatro factores: genética, entrenamiento, manejo y alimentación.
La nutrición de cada caballo debe planificarse individualmente, ya que las variaciones metabólicas y los niveles de actividad implican diferentes requerimientos nutricionales.
Algunos factores a considerar al determinar la dieta de un caballo:
Al determinar la dieta que se le proporcionará a un caballo, debemos tener en cuenta no solo se deben considerar los requerimientos de ingesta, sino también los excesos, ya que pueden ser perjudiciales y tardar en manifestarse y evaluarse correctamente, lo que perjudica el rendimiento del animal a mediano y largo plazo.
La dieta del caballo varía según su tipo de crianza, ya que esto modifica sus necesidades nutricionales:
En este sistema de crianza, contamos con un conjunto de factores:
Es una forma de crianza que beneficia la salud nutricional, física e incluso mental del caballo, ya que tiene tiempo y espacio para correr, explorar el entorno e interactuar con su entorno, reduciendo así los niveles de estrés y, en consecuencia, mejorando su inmunidad y salud general.
El sistema de cría más común para caballos de deporte. Implica una dieta más restringida (especialmente con heno o pienso). En estos casos, pueden presentarse deficiencias nutricionales, ya que se reduce el aporte de nutrientes. Esto puede provocar hipovitaminosis y problemas digestivos, como cólicos e indigestión. Además, los animales estabulados sufren más estrés, lo que puede provocar una disminución de la inmunidad, una menor utilización de nutrientes y la aparición de trastornos de comportamiento y salud. Para los animales criados en entornos más confinados y con restricciones dietéticas, la suplementación se convierte en un gran aliado para la recuperación y el mantenimiento de la salud.
En resumen, las necesidades básicas de un caballo son: